Internet de las Cosas: ejemplos y aplicaciones
- Nelson Alexis Soler Rodriguez
- 11 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Cuanto más nos sumergimos en la “Transformación Digital”, social y empresarial, son más las nuevas tecnologías que se lanzan al mercado. Si hablamos de internet de las cosas y sus aplicaciones, el espectro es muy amplio. Repasamos algunas de ellas.
Está claro que toda revolución conlleva un cambio en la concepción de nuestro mundo y, por supuesto, al igual que Internet o las redes sociales lo hicieron en su momento, las tecnologías disruptivas como Internet of Things ya están provocando cambios significativos en el ámbito laboral y personal.

1. Edificios inteligentes

Para que los edificios sean más eficientes y competitivos, la digitalización de las viviendas tiene un papel fundamental. Aquí entra en juego el Internet de las Cosas, pues una vez que un edificio ha sido digitalizado, se trasmiten datos e información de manera constante acerca del funcionamiento de todas las disciplinas integradas en un edificio: desde el clima, hasta la protección contra los incendios. Por ejemplo, existen plataformas inteligentes de gestión que ayudan a que el usuario pueda administrar, directamente desde el móvil, el ambiente de sus oficinas de acuerdo a sus necesidades.
2. Ciudades conectadas

El Internet de las Cosas tiene una de sus aplicaciones más visibles en las carreteras de nuestras ciudades. Las llamadas urbes inteligentes cuentan con sistemas de tráfico cooperativos que, también a través de sensores, facilitan el flujo de medios de transportes, ciclistas y peatones. ¿Un ejemplo? En New Castle, gracias al equipamiento de sus calles con sensores y unidades de comunicación, los ciudadanos pueden desplazarse de forma más rápida y segura reduciendo el impacto medioambiental.
3. E-movilidad y Smart Grids

La e-movilidad ya es una realidad y su sostenibilidad pasa también por la tecnología del Internet de las Cosas. Los distribuidores de energía, las estaciones de carga y los propietarios de vehículos aprovechan al máximo sus “datos” para gestionar toda la infraestructura que permite la recarga de vehículos eléctricos. Se trata de un sistema basado en la tecnología “cloud” capaz de proporcionar información y servicios a los consumidores y a los agentes comerciales e industriales que participan en la producción, distribución, transporte y comercialización de la energía.
4. Fábrica digital

La industria 4.0 se beneficia del Internet de las Cosas aprovechando el almacenamiento y procesamiento de datos provenientes de las maquinarias. De esta manera, se reducen costos y problemas de espacio ya que la capacidad de almacén es enorme y puede ampliarse rápidamente, así como conectar varios gestores a la vez.
5. e-Salud

En el entorno sanitario, tanto el IoT como el Big Data, tienen un enorme potencial que para los pacientes genera beneficios directos. La implementación de herramientas basadas en la administración y análisis de los datos, mejora el diagnóstico, reduce el costo sanitario y se traduce en un mayor control asistencial y mejor comunicación médico-paciente.
Ante este panorama, se hace evidente que el Internet de las Cosas no es una tendencia pasajera y que la transición hacia una transformación digital de la economía es imparable. Hoy en día, estamos en la antesala de esta nueva Era a nivel global y aunque la transición parezca ser una fase que supone muchos retos, Siemens está listo con diversas soluciones para apoyar a la sociedad del país.
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